El colegio adhiere plenamente a los principios de la Iglesia Católica en la formación que entregan. La finalidad fundamental de la formación cristiana es fomentar en las alumnas una sólida vida de piedad, centrada en el trato diario con Jesucristo con el propósito de adquirir una profunda vida interior personal, que se traduzca en una coherencia de vida en la manera de pensar, querer y vivir.
La educación religiosa en el Colegio está basada en medios de formación colectivos y personales. Entre los primeros, hay que recalcar el papel de las clases de religión, en las que se explican los temarios indicados por la Conferencia Episcopal y las charlas que siguen el Calendario Litúrgico. La dirección espiritual es el principal medio de formación personal junto con la tutoría. Por estos dos medios se pretende individualizar las inquietudes de las alumnas, su entorno familiar u otras causas para la profundización en las materias doctrinales pertinentes. El contenido de las clases, teniendo en cuenta lo señalado por la Conferencia Episcopal, es explicar el dogma, la moral y los sacramentos, adaptando la educación según las edades de las alumnas. Los elementos fundamentales son los libros que siguen fielmente lo establecido por la Conferencia Episcopal. Además se les enseña a rezar, orar y trabajar por las intenciones del Santo Padre y las del Obispo de la Diócesis, y a conocer y obedecer sus enseñanzas. Las actividades de atención espiritual, aunque en algunos casos se organicen para todo un curso, no se imponen de modo obligatorio. Los profesores y los sacerdotes estimulan a las alumnas en su vida cristiana, en un clima de esmerado respeto a la libertad de las conciencias.
El Colegio Itahue pretende formar a sus alumnas sobre las exigencias sociales de la fe, siguiendo los siguientes objetivos: Fomentar la generosidad y el hábito de pensar en los demás. Enseñar a vivir el compañerismo, manifestado en obras de servicio; y a cultivar la amistad como un valor en si misma. Cultivar el respeto a la libertad y a las opiniones de los demás. Fomentar la conciencia de la dimensión social del trabajo y prepararlas para que puedan participar en las tareas cívicas. La atención espiritual y doctrinal está encomendada a la Prelatura del Opus Dei.